Maridaje en comidas. ¿Qué vino elegir?

maridaje

Hablar de maridaje es hablar del placer que se produce en nuestro paladar al casar un alimento con un tipo vino determinado. El objetivo de llevar a cabo esta acción no es otro que potenciar y destacar las cualidades organolépticas de ambos productos de manera que ambos sabores generen una mezcla armoniosa. No es cuestión de que uno quede por encima de otro, sino de que ambos formen una unión perfectamente ensamblada.

No existen platos concretos para maridar, cualquier plato es candidato a un buen maridaje. La clave es conocer cual se conjuga mejor para que la combinación sea de gastronomía y vinos sea espectacular.

Buscando que nuestros clientes conozcan las mejores opciones, hemos recopilado las combinaciones más destacadas y que más entusiasmo generan a la hora de degustar alguno de los productos más demandados en La Casa de María.

Maridaje de carnes

Con carnes grasas: esta tipología de carne tiene un maridaje perfecto con vinos tintos de variedades intensas, con paso por barrica. Cabernet Franc, Bonarda o Petit Verdot serían un ejemplo de ello.

Con carnes magras: en este caso, se prefiere combinar con tintos con leve paso por barricas y variedades con taninos medios o escasos. Merlot, Tempranillo o Pinot Noir serían candidatos ideales para un buen maridaje de carne magra.

Maridaje de pescados

Con pescados grasos: este tipo de pescado funciona muy bien con vinos blancos con un largo paso por barrica. Chardonnay, Merlot o Semillón serían perfectos.

Con pescados magros: los pescados magros combinan a la perfección con una gran variedad de vinos, como pueden ser ligeros, frescos o afrutados. Ejemplo de ello serían en Torrontés, Tocai Friulano o Sauvignon Blanc.

Maridaje de quesos

Es el maridaje en gastronomía por excelencia. Acompañar cualquier tipo de queso con un buen vino levanta pasiones entre los entendidos gastronómicos.

Para llevar a cabo un buen maridaje con quesos, es fundamental conocer dos aspectos básicos que influyen a la hora de la elección: la materia con la que fue elaborado el queso (si su origen es una vaca, cabra, oveja…) y el método en que se ha producto (si es por coagulación láctica, pasta prensada no cocina, corteza lavada…)

Quesos frescos: se recomiendan vinos blancos muy jóvenes y frescos de notas herbáceas y florales se complementan muy bien, así como espumosos brut o demi sec.

Quesos de curación media: se aconseja un maridaje con vinos blancos secos con buen volumen y fermentados en barrica, y todos aquellos con una gran carga glicérica, Chardonnay o Semillón serían dos buenas opciones.

Quesos enmohecidos: se pueden acompañar con vinos blancos estructurados con cierta acidez y muy aromáticos o tintos jóvenes ligeros y frescos, como puede ser el Pinot Noir.

Quesos azules: los vinos de cosechas tardías, dulces naturales o fortificados son ideales para acompañar estos quesos.

Quesos curados: se complementan a la perfección con vinos tintos jóvenes a exponentes con cuerpo y evolucionados.

Maridaje de sabores

Con picante: con los alimentos picantes es recomendable disminuir la intensidad del sabor, es decir, no es aconsejable maridar productos picantes con vinos fuertes, sino que se debería realizar un maridaje con vino blanco ágil, fresco, ligero y sin mucho volumen.

Con dulce: al contrario de lo que ocurre con los productos picantes, lo ideal para los alimentos dulces es que tengan un maridaje dulce. Combinan perfectamente con espumosos demi sec o dulces y vinos de cosechas tardías o dulces naturales.

Nuestro personal conoce a la perfección ”las leyes” del maridaje, por lo que te aconsejarán y sugerirán las mejores opciones para que disfrutes al máximo de nuestra gastronomía.

¡No dudes en pedirles consejo!

¡Reserva ya tu mesa, y déjate llevar!